En los últimos años, la calidad del aire interior ha ido ganando importancia, siendo de gran preocupación a raíz de la pandemia por COVID-19. Todo esto se ha visto reflejado en la normativa que rige los caudales de ventilación necesarios para garantizar la calidad de aire interior.

Hasta ahora, el único contaminante considerado en ambientes cerrados eran los ocupantes, debido a las emisiones de CO2, que están en torno a los 19 l/h de CO2 por ocupante dependiendo de la actividad que se realice. A partir de esas consideraciones, el RITE establece una serie de caudales mínimos en función al número de personas que se encuentran en la estancia o la concentración de CO2 en el aire.

En lo que a climatización se refiere, la importancia de la calidad ha dado un vuelco a la normativa y ahora también se considera al propio edificio como posible contaminante, dejando de hablar de aire de calidad a aire saludable.

En la UNE EN 16798-1 se desarrollan tres nuevos métodos para calcular dicho caudal para cumpla con los estándares de salud.

El primero de ellos, el método de calidad de aire percibida considera un caudal por ocupación como se ha hecho hasta ahora y se le suma otra proporción que va en función de las dimensiones de la estancia y el nivel contaminante del edificio.

CALIDAD PERSONAS EDIFICIO
Categoría Caudal
l/s por persona
Muy poco contaminante
l/s por m²
Poco contaminante
l/s por m²
No poco contaminante
l/s por m²
IEQ I 10 0,5 1 2
IEQ II 7 0,35 0,7 1,4
IEQ III 4 0,2 0,4 0,8
IEQ IV 2,5 0,15 0,3 0,6

 

El siguiente de los métodos propuestos predefine una serie de caudales basados en el mismo principio que el anterior, pero en lugar de una suma de ambos, se elige el valor más restrictivo de los dos.

CALIDAD PERSONAS EDIFICIO
Categoría Caudal
l/s por persona
Caudal
l/s por m²
IEQ I 20 2
IEQ II 14 1,4
IEQ III 8 0,8
IEQ IV 5,5 0,55

 

El último de los métodos propuestos, denominado valores límites de concentración de sustancias, es un método más detallado que tiene en cuenta todos los posibles contaminantes que se encuentran en objetos tan cotidianos como son muebles, moquetas, barnices o adhesivos y que emiten compuestos químicos. El caudal en este caso va definido por los límites de contaminantes de la O.M.S. para cada sustancia.

Es un método no muy aplicado, por la dificultad de cuantificar las concentraciones de los diferentes contaminantes. Por eso se han propuesto las otras dos alternativas en las que ya no solo se consideran los ocupantes, sino que parte de la ventilación necesaria es originada por el edificio.

El aumento de los niveles de ventilación va a suponer inevitablemente un aumento en la energía consumida por los equipos de climatización, dónde la clave va a ser reducirla usando recuperadores de calor que mejoran la eficiencia del sistema.