En los últimos años, la preocupación por el cambio climático ha llevado a un aumento en la regulación de las emisiones de gases efecto invernadero. Uno de los ámbitos en los que se ha enfocado esta regulación es el sector de los refrigerantes y los gases fluorados. La normativa F-Gas es una regulación de la Unión Europea que tiene como objetivo controlar y reducir las emisiones de gases fluorados de efecto invernadero, utilizados en sistemas de refrigeración y aire acondicionado, así como en otros equipos y productos industriales.

Anteriormente, estas regulaciones prohibieron los refrigerantes con PCA (potencial de calentamiento atmosférico) mayor a 2500. Una nueva revisión indica que van a ser mas estrictas y pretenden una reducción de cuotas, comercializándose a partir de 2024 tan solo el 23’6% de los f-gases utilizados en 2015. Esto va a provocar una importante subida en los precios de refrigerante, además de ser insuficiente para satisfacer las necesidades del mercado.

El objetivo de esta medida es la transición a gases cuyo PCA no supere los 150. En la actualidad, la gran mayoría de las empresas siguen optando por sistemas de enfriamiento que tienen un elevado potencial de calentamiento atmosférico. Esto se debe a que las alternativas existentes, como los sistemas de CO2 o glicol, implican un mayor desembolso económico que la mayoría de las empresas de nuestro sector comercial no pueden afrontar. Este cambio tan drástico a corto plazo obliga a las empresas a adaptarse modificando instalaciones y realizando grandes inversiones.

Desde asociaciones como AEFYT (Asociación de Empresas de Frío y sus Tecnologías) dan recomendaciones a adaptarse a estas nuevas previsiones. Proponen destinar más esfuerzos al mantenimiento preventivo para la detección temprana de fugas y afrontar así la escasez de refrigerante. Además, apuntan que para un ratio de fugas del 25% la instalación aumenta su consumo en torno al 15%.  Por lo tanto, enfocarse en el buen mantenimiento de la misma reduce los costes, además de mejorar su sostenibilidad.